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Una mujer pecadora recibe perdón

36 Uno de los fariseos le pidió que comiera con él; y cuando entró en la casa del fariseo se sentó a la mesa. 37 Y he aquí, cuando supo que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, una mujer que era pecadora en la ciudad llevó un frasco de alabastro con perfume. 38 Y estando detrás de Jesús, a sus pies, llorando, comenzó a mojar los pies de él con sus lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza. Y le besaba los pies y los ungía con el perfume.

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